el viento y la lluvia no cesan,
el tiempo transcurre con lentitud,
los recuerdos y la nostalgia pesan.
Este particular amanecer me trae,
la imagen que sobre mi cae,
de amor eterno e intenso.
Aquí estoy me dice con sus ladrido,
tan inconfundible como su carácter,
a tu lado estoy, no me he ido,
siempre estaré para acompañarte.
No te sientas triste por mi,
yo aquí estoy bien,
seguiré esperando por ti,
cree e mi tú también.
Un ejemplo de resiliencia,
frente a los avatares de la vida,
ante la crueldad humana tolerancia,
entereza ante la injusticia sufrida.
Ellos a través de los años,
también me han enseñado,
a ser fuerte ante los desengaños,
y a vivir cada día esperanzado...
Susana E. Irigoite.

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