arrastró consigo lo que quedaba,
de aquel día sediento,
de confianza, donde algo se aquietaba.
Nostálgica manera de recordar,
años venturosos y recorrer,
con locura y vorágine al andar,
siempre dispuestos a crecer.
Atardecer luminoso que impulsó,
a confiar otra vez y plenamente,
pues tras su paso dejó,
despiertos el corazón y la mente.
El crepitar de leños,
nos recuerda que es invierno aún,
mas, atesoramos sueños,
que forjamos en común.
Por lo que fuimos brindamos,
por este presente y volver a confiar,
atrás nuestros pasados y avanzamos,
comenzando por el futuro a pugnar.
Dulce, clara y suave inspiración,
el viento regresa con aromas nuevos,
flotan en él, estrofas de una canción,
y soñamos con nuevos empeños.
La vida hoy nos muestra,
una faceta desconocida,
para que la disfrutemos,
y yo la vivo complacida...

0 comentarios :
Publicar un comentario