Desde lo más profundo de la lejanía,
corriendo por mis venas cerpenteando,
como la sinfonía de una letanía,
que lastima con su gesto añorando.
Los días, las horas transcurrieron lentos,
simulando lo que no expresamos,
el averno mismo, átomos masilentos,
desidia a la cual nos enfrentamos.
Fulgores que a lo lejos diviso,
mi paso es tembloroso pero decidido,
transito en medio de un paraíso,
memoria que con el tiempo se ha ido.
Transcurre la vida,
el tiempo que pasa,
en un viaje de ida,
y la luna acompasa.
Susana E. Irigoite
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