rostros contraídos, miradas perdidas,
cada cual con su historia de vida,
transita urgente ante las partidas.
Débiles efluvios de un caos emergen,
nadie conocido, todo es desorden,
las sombras descubren un margen,
a través del cual secretos esconden.
A lo lejos dos seres se abrazan,
expresando su amor ante la partida,
el tiempo es tirano y no alcanzan,
a describir la dicha antes compartida.
Gente que transita como autómata,
desafiando al tiempo apresurada,
vorágine infernal que hiere y mata,
sintiendo en la piel que la vida es nada...
Susana E. Irigoite
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