En medio de la noche vacía y cerrada,
el sonido del silencio me ensordece,
en tanto mi naturaleza emerge acelerada,
y la sombra de la nada desvanece.
El ser, el estar y trascender,
es necesario creer y crecer,
cuando la luz traspase al infinito.
Naturaleza, vida, armonía,
el universo hoy me asiste y convoca,
a oír una infinita sinfonía,
que a la belleza y esplendor evoca.
Amar es unirnos en un mismo canto,
elevado al espacio iluminado,
es el aroma que guia nuestros pasos,
hacia ese amanecer soñado...
Susana E. Irigoite
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