tras los ecos de una letanía,
con sonrisa socarrona esperaba,
saludaba a los astros y su luz esparcía.
Resonancia de alguna algarabía,
que se desdibujaba en la lejanía,
de un otrora distante que displicente,
irrumpía gallardo en mi presente.
Ecos que acompañan un nuevo sentir,
dándole olvido a la nostalgia,
subyugando a un nuevo vivir,
pleno de bienestar y magia.
Retorno de risas y voces de antaño,
que resuenan aún en la noche,
y un sentimiento extraño,
que se pasea como reproche...
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