Por qué será,
que en mis trasnochadas ensoñaciones,
acompasando temblorosos latidos,
te encuentro en el continuo dilema de decepciones,
volcán en erupción que enciende mis sentidos.
Por qué será,
que en la sombra callada,
es tu recuerdo una constante,
una hermosa melodía hallada,
que escucho ya muy distante.
Por qué será,
que tu imagen vuela,
por la inmensidad de una eterna noche,
y es ella quien me consuela,
de la punzante agonía del reproche.
Por qué será,
que en este cruel desencanto,
te sigo soñando elevándome a la cima,
como sublime y añorado exalto,
que a la eternidad me aproxima...
0 comentarios :
Publicar un comentario