Dulcemente envuelta en su aroma,
recorro el camino de mis anhelos,
arcana su esencia de pronto asoma,
para colmar mis solitarios desvelos.
Sentir en el cuerpo avidez,
el contacto sutil de la piel,
la avasallante intrepidez,
que al ser le ha sido fiel.
Los corazones aceleran sus latidos,
trepando a la cima unidos,
las caricias arroban los sentidos,
sintiendo los sueños cumplidos.
Acordes de virilidad surgen,
cuando los dedos en él se deslizan,
conjunción de una bella melodía,
que vibra al llegar el nuevo día.
Trinar de pájaros en la madrugada,
despierta la vida de un ensueño.
comienza una nueva jornada,
muy distante del que fuera su dueño...
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