La noche que aquieta los sentidos,
ha llegado acompañada de desvelo,
transitando huellas, avivando olvidos,
y el alba anuncia que se emprende un nuevo vuelo.
El río que mece aguas cristalinas,
que sortearon con esfuerzo montañas y colinas,
bañadas de sol dando luz a sus sueños.
Montañas que elevan y dibujan,
en lo alto junto a nubes ígneas,
prismas de colores que subyugan,
ignotas reservas concebidas.
Verde resplandor en mi alma florece,
cimiente de todo deleite y majestuosidad,
naturaleza que a los sentidos estremece,
mostrándole al mundo su magnanimidad.
Naturaleza es amor en su máxima potencia,
es el sol, la luna, el mar las estrellas,
el canto de los pájaros y de los niños su inocencia,
es la cálida brisa y sus caricias más bellas.
Susana E. Irigoite.
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