Soñar que en el silencio me espera,
cuando el sol en el horizonte se esconde,
salpicando brillos de alguna quimera,
en un remanso la inmensidad responde.
Soñar con la intensidad de su aroma,
elixir que fluye de la piel,
es néctar para mi ser que asoma,
tallado en colores con un cincel.
Soñar con alguna letanía,
que de bruces me dejara un día,
un susurro desde la lejanía,
gota de rocío y la melancolía.
Sueño con el crepitar del fuego,
en medio de una eterna noche,
por donde se escapa mi ego,
y el silencio diluye el reproche.
Soñar con la luz envolvente,
que libere de tanto quebranto,
a la osadía sea indulgente,
y el nuevo día entregue su encanto...
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