Cristal con lágrimas mojado,
las que no logro controlar,
quisiera permanecer a tu lado,
y juntos lanzarnos a volar.
Distante y lejana es tu presencia,
el silencio recore los espacios,
por donde se esfumó tu esencia,
y florecieron los cansancios.
Llueve sobre las calzadas,
desde la lejanía de tu ausencia,
las fragancias ya olvidadas,
ante la cruel frialdad e indolencia.
El tiempo velóz y tirano,
acalló expresiones y sinsabores,
con la melodía de algún piano,
que sutilmente también durmió,
nuevos albores...
Susana E Irigoite
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