Hoy el cielo es transparente y resplandece,
flota en el aire aquella melodía,
la tierra es próspera y se engrandece,
al recibir la bendición de este día.
Aunque fuera solamente hoy,
que siento esta energía vibrando,
es maravilloso saber que estoy,
y dándole vueltas a la vida ando.
A pesar de todo vuelvo a sonreír,
emerjo desde lo más profundo del abismo,
comienzo nuevamente a vivir,
dando gracias por no sucumbir al cataclismo.
Susana E. Irigoite
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